Una de las bebidas más antiguas del mundo es el vino. Ha estado presente en muchas civilizaciones y ha sido utilizado de manera medicinal en contadas ocasiones. Sus propiedades para la salud han estado ocultas durante buena parte de su historia pero de un tiempo a esta parte diversos estudios científicos han demostrado que nuestro milenario amigo nos hace bien. Comunmente se piensa que el vino es bueno para el corazón y las arterias por su contenido de alcohol pero se ha demostrado que no se debe sólo a eso sino a otros de sus componentes. Por eso es una bebida alcohólica que supera a las demás en propiedades beneficiosas y gracias a ciertos estudios se puede decir que el vino tiene o parece tener las siguientes propiedades:

Propiedades del vino

  • los polifenoles que contiene pueden reducir la arteriosclerosis (30%), y evitar la aparición del colesterol malo casi en un 100%.
  • ciertos compuestos del vino tinto (no del vino blanco), como la quercetina y el resveratrol, estimulan el sistema inmunológico.
  • disminuye el riesgo de desarrollar úlceras y en las mujeres de desarrollar diabetes.
  • previene de la demencia senil, los tumores del recto o del colon y el cáncer de piel

Además, vale decir que el  vino es digestivo ya que estimula los jugos gástricos, ayuda al metabolismo de los glúcidos y las proteínas, actúa sobre las fibras de los intestinos y puede ayudar a combatir el estreñimiento y por último, reduce el índice de periodontitis, una enfermedad que termina con la caída de los dientes. Por supuesto, todo en su justa medida pues ser alcohólico elimina cualquier beneficio.