huevo

Me encanta el huevo, me parece una de las cosas más maravillosas, no solo de la cocina sino del mundo. Es fantástico todo lo que podemos hacer con él, lo nutritivo que es y lo necesario que resulta en tantas recetas, me animo a decir que en casi todas.

Pero comer huevo tiene sus riesgos, en especial si la versión que más te gusta es la del huevo medio cocido, ideal para mojar con pan. Lo cierto es que el huevo crudo puede contener salmonella, una bacteria peligrosa que te puede traer la mar de problemas en el intestino, artitis e incluso la muerte si no se trata. ¿Y de dónde sale esta bacteria? Pues muchas veces los huevos traen algo de materia fecal pegada, después de todo sale del ano de la gallina, así que lo mejor es limpiar los huevos. Pero aunque eso reduce la posibilidad de que tenga salmonella, no la elimina por completo.

La refrigeración ayudaría un poco pues el frío puede relentizar el crecimiento de la infección pero de nuevo, no la elimina por completo así que ni lavar ni refrigerar son las soluciones. Entonces, ¿como evito los huevos con salmonella? Pues cocinandolos muy bien, con mucho calor. En especial si estás embarazada, eres anciano, niño pequeño o tienes alguna enfermedad.

Y los derivados del huevo, que se elaboran con huevos crudos, tambiéndeben ser evitados: mahonesa, salsas, aderezos y demás. Y por último pero no menos importante: guarda los huevos en el refrigerador, compra siempre huevos que a su vez estén refrigerados, no utilices huevos cascados ni con la cáscara manchada, no comas la yema en países cuyas medidas de sanidad no conozcas y si compras huevos de granja ten más cuidado.