Comer sano es un desafío hoy en día. Vivimos en la era de la comida industrial y los supermercados. Cada vez estamos más lejos de la fuente de lo que comemos y bebemos y si bien eso ha resuelto muchos problemas en el mundo desarrollado, la alimentación misma se ha convertido en uno nuevo.

La comida más saludable no tiene ninguna etiqueta o marca. Es valiosa por sus propiedades y por no haber sido nunca procesada. Hablo de las frutas y verduras: no se les agregó sodio, ni conservantes, ni azúcar. Lo ideal es, siempre que se pueda, cocinar nosotros. Podemos comprar comida hecha una vez por semana, un sábado de pizzas no se le niega a nadie, pero comprar y cocinar nuestra propia comida es mucho mejor.

• conviene comprar por estación. Es decir, comprar la fruta y verdura de estación. Es más barato, es abundante y tiene mejor sabor porque no pasan por el freezer.
• conviene usar hierbas frescas en lugar de esos saborizantes que vienen en polvo (los hay para ensaladas, arroces, carnes y aceites). Nosotros podemos aromatizar los aceites con algunas ramas de hierbas frescas.
• conviene usar ajo, mostazas, limón, para realzar sabores
• podemos cocinar con vino en lugar de grasas. Otorga sabor a las carnes y guisos. También podemos optar por el rocío vegetal.
• podemos usar el pollo o el pescado en sopas, no solo a la parrilla o a la plancha o rebozado.