fibras

Hemos hablado varias veces acera de las propiedades de ciertos alimentos, aquellas que principalmente benefician a nuestro organismo, y hoy le toca el turno a las fibras. Las fibras están en el vocabulario de cualquier dieta sana y nutritiva, es cierto, pero debemos saber más de ellas para poder sacarles provecho como realmente se merecen. Su función principal está relacionada con el aparato digestivo así que básicamente hacen bien para sanear el intestino y regular las heces. Pero además,

. absorben mucha agua y también otras sustancias, el colesterol incluido, y sustancias tóxicas que pueden no ser muy buenas para nosotros. Evitan así que el intestino las absorba y las elimina más rápidamente.

. permiten la absorción de vitaminas y minerales

. ayudan a que proliferen en el intestino las bacterias buenas que neutralizan a las malas.

. estabilizan los niveles de azúcar en sangre

Las buenas propiedades de las fibras las convierten en un aliado antidiabetes, anticancerígeno, anticolesterol y antihemorroidal. Distintos estudios han comprobado que una dieta rica en fibras disminuye las posibilidades de contraer cáncer de mama, de colón o de pulmón, por ejemplo. Pero bien, que como todo también tienen su contrapartida y así  como las fibras son buenas también hay desventajas pues si comes mucha cantidad de fibras por día  puedes tener algunos problemas de intestino (diarrea, flatulencia), tu organismo puede consumir más agua y puedes deshidratarte y también puede tener algunos inconvenientes para absorber minerales tales como el hierro y el calcio.

El consejo es que comas unos 25 gramos de fibra por día. Las encuentras en la avena, las habichuelas, cereales integrales, legumbres, frutas, patatas, tomates, calabazas, ajos, yuca, berenjenas y muchas más.