En algunos lugares el arroz es la comida básica, incluso funciona a manera de reemplazo del pan. Puede comerse frío o caliente, con salsas o al natural. En China, incluso funciona a modo de acompañamiento y forma parte esencial de cada comida.

Más allá de las costumbres, hay mucho por saber acerca del arroz pues hay distintos tipos. Así es como podemos distinguir tres variedades muy utilizadas en las cocinas del mundo: el arroz blanco, el arroz integral y yamaní y el arroz basmati.

Hoy nos detendremos en el primero, el arroz blanco, el más universal, aquél que es descascarillado y pulido. Este arroz es algo menos nutritivo que el integral dado que contiene menos magnesio, zinc, hierro y fibras pero aún así aportan gran energía, unas 350 calorías por cada 100 gramos. A diferencia de otros cereales, el arroz no contiene gluten por lo que es ideal para las personas celíacas.

A su vez hay dos tipos de arroz blanco, el de grano largo, aquél que queda suelto luego de la cocción, y el de grano corto, que por contener más almidón tiende a pegotearse.