budin-de-algarroba

Los promotores de la cocina sana no opinan muy bien del chocolate ya que la elaboración moderna incluye azúcar refinada, productos lácteos, jarabe de maíz, saborizantes y aditivos químicos. Es delicioso, no vale la pena negarlo pero por cada barra que comemos… muchos elementos malos entran en nuestro organismo. Por eso, una opción de remplazo del chocolate es la algarroba.

Es un planta antigua que ya usaban los egipcios en sus tiempos como endulzante o complemento digestivo y aunque no tiene tan buen sabor como el chocolate es una opción muy válida. La algarroba está hecha a base de las semillas o habas del árbol de algarroba que crecen en vainas parecidas a las de la vainilla. Es naturalmente dulce y no tiene drogas o estimulantes como otras plantas. La chaucha madura se muele y brinda una harina aromática y muy dulce, con sabor similar al cacao y con muchas propiedades nutritivas y terapéuticas.

Muchos la critican porque dicen que no sabe tan bien como el chocolate y es cierto. Pero la idea es suplantar algo que no es bueno por algo que sí lo es así que es lógico tener que renunciar a algunas cosas. De todas formas, cuando la algarroba está bien hecha es algo muy dulce y sabroso que podemos usar para preparar tartas, brownies y cookies.

Algunas propiedades: tiene azúcares naturales, tiene hierro, calcio (más que la leche), magnesio, fósforo, cobre, manganeso, zinc, silicio y mucho potasio y sodio. Incluye vitaminas A, B1, B2, B3, C y D, es rica en fibra, es laxante, bactericida, protege la mucosa intestinal, es antioxidante y reduce el colesterol, entre otras cosas.