Yogur casero

¿Yogur casero? Cuando era niña mi madre hacía yogur en casa con una máquina especial. No me gustaba mucho, tan acostumbrada estaba al del supermercado. Pero la gente sigue haciendo yogur casero pues es algo rápido, nutritivo, barato, ideal para una familia con muchos niños.

El yogur es bueno para prevenir la osteoporosis, reducir el riesgo de presión arterial y aliviar síntomas gastrointestinales, por ejemplo. Pero además es fácil de hacer, muy simple, y es mil veces mejor que el que compras ya hecho.

Instrumentos que necesitas para hacer yogur casero

  • Leche
  • yogur  con lactobacilus y demás microorganismos
  • termómetro de cocina
  • frascos de vidrio
  • un cazo
  • agua

Preparación del yogur casero

Primero coges el yogur y lo retiras del refrigerador. Lo dejas por lo menos 30 minutos fuera del frío para comenzar el proceso. Así, la bacteria que habita en él empezará a activarse con la temperatura ambiente. Mientras tanto limpia bien los frascos de vidrio.

Coloca agua en un cazo grande, que pueda contener junto el mismo volumen que los tres frascos. Debes llenar 3/4 del cazo con agua y llevarlo al fuego mediano. Aparte colocas tres medidas de leche (utiliza los jarros de vidrio para medir), en un bowl de acero inoxidable (no uses aluminio). Calienta la leche poco a poco hasta llegar a 52 ºC. Vuelcas la leche en los frascos dejando dos centímetros de espacio. A cada frasco le agregas una cucharada de yogur, revuelves bien y cubres con una tapa.

La temperatura del agua caliente en el cazo debe estar entre los 50 y 55 ºC. Para controlarla siempre puedes agregar agua caliente y fría. Después pasas los frascos tapados al cazo con agua caliente prestando atención al nivel del agua: debe estar por arriba del nivel de la leche. Tapas el cazo y envuelves todo con un paño grueso o una toalla de baño. Dejas en un sitio tibio, sobre una hornilla de la cocina, por ejemplo, apagada, pero junto a otra que esté encendida.

Dejas todo por alrededor de siete horas. Después retiras los frascos, los secas y los guardas en el refrigerador. Puedes dejar los frascos incubando toda la noche, si quieres. Y listo. Cuando lo vayas a usar lo mejor es volver a mezclar el yogur para que adquiera una consistencia más cremosa. Si quieres que el yogur tenga sabor puedes agregar fruta, endulzante, extracto de vainilla antes de volcar la leche en cada frasco. Lo que sea se irá al fondo del frasco pero cuando el yogur ya esté listo, al mezclarlo, se unirá todo muy bien.