Creo que a todos los niños les gusta meter el dedo en el bowl de la nata montada, ¿no es cierto? En casa, cuando mi madre hacía frutillas con nata montada o estaba preparando un cumpleaños, este manjar blanco nos tentaba todo el tiempo.

Nata, azúcar y escencia de vainilla es la receta clásica de la “nata montada Chantilly”, pero he aquí algunas variaciones interesantes para deleitar amigos, hijos, esposos, novios o amantes:

• Agrega puré de frutas: mientras estás batiendo puedes hacer una nata montada saborizada. Solo tienes que agregar el puré de alguna fruta y así te queda una crema espesa que puedes usar como relleno o como cubierta. Cuidado si le agregas puré de frutillas o alguna fruta con mucho contenido de agua, eso sí. Además del puré, puedes agregar unas gotas de zumo de limón, debes incoporar todo con cuidado y llevar al frío antes de utilizar.
• Agrega piel de cítricos: la piel de los cítricos le da sabor, aroma y un blanco níveo a la nata montada. Puedes usar limón, naranja, lima. Con una cucharada de piel de cítrico alcanza. Puedes agregarlo al final del batido o al comienzo.
• Agrega licor: una cucharadita de licor como licor de naranja, whisky, ron o licor de almendras le dará un sabor especial a la nata montada. Debes agregarlo cuando la nata ya está bien batida.
• Agrega especias de cocina: es común que la nata montada absorva el sabor de los postres en los que es utilizada. Si no quieres que ocurra eso debes saborizarla con canela, vainilla, clavos de olor, anís, nuez moscada o una mezcla de especias de cocina. Se agregan antes del batido.

Por último, unos consejos: te conviene llevar a frío por un rato el bowl en el que vayas a batir la nata. Unos 10 minutos alcanzan. La nata montada está lista cuando se forman picos que no se desarman si mueves o inviertes el bowl.