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El té verde es una de las infusiones más consumidas en Oriente. Conocidas las virtudes de esta variedad de té es posible comprende el porque de su alto consumo, más aún en un continente que mantiene una estrecha relación entre la salud y la dieta.

El té verde detiene el envejecimiento celular debido a su poder antioxidante. Esta propiedad también incide en la prevención del crecimiento de células cancerígenas, disminuyendo las mutaciones y efectos genotóxicos, que pueden transformar las células y provocar tumores.

Los tratornos coronarios se disminuyen con su consumo al tiempo que el té verde es ideal para disminuir los niveles de colesterol malo en sangre. Al igual que el té negro, es un eficaz antibacteriano al tiempo que ayuda a prevenir las caries y el mal aliento.

Sus cualidades no terminan allí, es fantástico para reducir grasas mientras que ayuda a la hora de disminuir el nivel de azúcar en sangre. Por otro lado, es ideal para quienes sufren de presión alta dado que los polifenoles presentes en la infusión bloquean la acción de la enzima responsable del aumento de la presión arterial.