azucar rubia

Muchas veces me he plantado delante del estante del azúcar en el supermercado pensando en qué me conviene llevar: ¿azúcar blanca o azúcar rubia? La blanca parece demasiado blanca y artificial y la rubia parece tan sana, tan orgánica… Siempre tengo el mismo pensamiento y si a ti te sucede lo mismo, bueno, he aquí que las aguas son un poco turbias cuando al azúcar rubia se refiere.

Podríamos decir que en líneas generales el azúcar rubia  carece de elaboración, no se ha refinado por completo y por eso no está blanca nívea. Pero hay que estar atentas y leer bien las etiquetas, eligiendo marcas que en verdad se dediquen a productos menos artificiales ya que suele suceder que el azúcar rubia es lisa y llanamente azúcar blanca a la que han agregado melaza, la misma que le sacan o extraen antes. ¿Y por qué le vuelven a agregar melaza? Porque crean así una mezcla que determina un control mejor del color y el tamaño de los granos.

¿Lo sabías? Pues yo no,  así que tenemos que en estos casos el azúcar rubia es igual a la blanca, con apenas una diferencia mínima de calorías. Eso sí, el azúcar rubia sí tiene calcio, potasio, magnesio e hierro (porque tiene melaza), pero venga, que la cantidad es mínima y solo se nota la diferencia en los platos ya cocinados y en el sabor. A nuestro organismo le da lo mismo.