Uno de los alimentos que más ha sufrido nuestras dietas modernas es uno de los mas antiguos, un fiel amigo de la civilización humana: el pan. Lo primero que hacemos cuando queremos bajar de peso es eliminar el pan desconociendo que no hay una relación causal entre pan y aumento de peso. Todo depende del tipo de pan y de la cantidad que comamos. En realidad el pan aporta hidratos de carbono y eso es necesario para que el cuerpo produzca energía así que es mejor olvidarse de que no hay que comer pan. Esa idea ha terminado en una reducción muy violenta de su consumo y no es lo que recomiendan los organismos de Salud.

Nosotros abogamos por una dieta equilibrada, sana, no una dieta para bajar de peso. Así que el tema no es no comer pan sino comerlo en su justa medida. Después de todo de los hidratos de carbono nuestro cuerpo genera la mitad de la energía que necesita para funcionar. En el caso del pan lo extrae del almidón y si el aporte diario es suficiente el cuerpo no requerería utilizar las grasas y proteínas. Hablando de grasas el pan tiene en verdad muy poca, depende de la variedad. Mi consejo es que comas mas pan integral que pan blanco.

El pan blanco es industrializado y el pan integral contiene proteínas completas, ácidos grasos, fibras, vitaminas y minerales. Los que compras en las casas de productos orgánicos son mucho mejor. Es falso que el pan engorde, engorda con qué lo acompañamos: salsas, mantequilla, jaleas, embutidos. Lo cierto es que no debemos dejar de comer pan pero sí debemos controlarnos.  Ten en cuenta que la Fundación Dieta Mediterráneo ha llamado a recuperar el consumo de pan este mismo año. Lo aconsejable es comer entre 220 y 250 gramos por día repartidos en las comidas.