Para aliviar afecciones en la piel, para adelgazar, incluso para la artritis. Desde la antigüedad los orientales han sabido aprovechar las virtudes del té verde, una de las infusiones más populares de los países asiáticos. Sus propiedades son variadas y tal vez por eso occidente comienza a mirar con entusiasmo sus posibilididades.

Os dejo entonces con dos recetas a base de té verde:

Té helado a la hierbabuena

Preparar una infusión con una cucharadita de té verde por taza de agua hirviendo.

Dejar reposar durante 10 minutos tapando la taza para que no se pierdan los principios activos volátiles.

Colar y añadir zumo de limón antes de tomar. También un poco de hielo picado y unas hojitas de hierbabuena.

Si se desea, puede endulzarse con azúcar de caña o miel.