Somos lo que comemos. Lo he oído muchas veces y en verdad es así. No soy vegetariana ni pretendo serlo y abogo más por una dieta variada y saludable pues creo que el error está en los excesos y que privarse de algo sabroso no es sano para el corazón y la mente. Mientras en países como Estados Unidos las compras en los supermercados de alimentos en cajas, al vacío o congelados es la norma nosotros todavía hacemos uso de los mercados y las tiendas de barrio así que esa es nuestra gran ventaja para alimentarnos mejor.

La realidad es que la comida más sana no tiene etiqueta o marca alguna. La fruta y la verdura fresca tienen todos sus nutrientes y son los mejores ingredientes. De la mano con esto recomiendo cocinar nuestros propios platos y nunca recurrir o recurrir lo menos posible a la comida hecha. Aunque parezca saludable no lo será tanto como la que puedes preparar en casa. Además, cocinando difícilmente te aburras y el no aburrirse de la comida es lo mejor para llevar adelante una alimentación sana.

  • compra verduras y frutas de estación. Es lo mejor para disfrutar de los mejores sabores y nutrientes.
  • cocina con vino en lugar de materia grasa. El vino va bien con las carnes e incluso le puede dar cuerpo a los guisos sin que debas usar, por ejemplo, nata o mantequilla.
  • utiliza limones para el pollo, el pescado o las ensaladas.
  • prueba con hacer sopas de pescado o pollo para no comer siempre estas carnes al horno o la parrilla
  • utiliza hierbas frescas en lugar de deshidratas o aceites con hierbas para dar sabor
  • utiliza ajo, pimientos, mostaza