Todos tenemos buenos y malos hábitos en la cocina. Los primeros son difíciles de adquirir y los segundos difíciles de dejar de lado. He aquí algunos consejos de cómo romper con los malos hábitos de cocina:
- en general, solemos meter la taza de medidas en la harina misma, pasar el dedo por el borde y listo, ya tenemos la harina que necesitamos. Error, tenemos más. La manera correcta de hacerlo es llenar la taza de medida con una cuchara, poco a poco.
- solemos cocinar o almacenar comida ácida en recipientes no aptos: el aluminio es un material común en los utensilios de cocina porque es buen conductor del calor, pero no es bueno para la comida. Si cocinas o guardas alimentos en él puedes terminar ingiriendo metal o cambiando el color y el sabor de las comidas. Son mejores los cazos, ollas y sartenes de acero inoxidable o vidrio térmico si vas a cocinar tomate o platos con limón, por ejemplo.
- cocinar mucha comida en un solo recipiente: todos cometemos este error pero eso provoca que la comida se pegue y no se dore. Si son vegetales, peor, parecen cocidos al vapor. Lo mejor s cocinar en tandas.
- no solemos calentar bien nuestra cocina: el horno, la sartén, deben precalentarse, lo dicen todas las recetas, pero solemos obviar ese paso por tener prisa. Pero hay que hacerlo, de esa forma la comida no se sobrecocina y se hace en el tiempo justo.
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