El café es una de las bebidas más consumidas del mundo moderno. Somos muchos los que no podemos arrancar el día sin beber una taza de este brebaje negro por la mañana. Dicen que el mejor café es el que cumple con esta máxima: debe ser caliente como el infierno, negro como el Diablo, dulce como el amor y puro como un ángel. ¿Qué tal? Pero lo cierto es que no hace mucho bien beber mucho café así que pensemos en posibles sustitutos, en alternativas más saludables.

  • Café Descafeinado: es la primera opción de quienes no se inclinan por las hierbas. Este es un producto industrial de elaboración más costosa pues mediante un proceso de remojo en agua  y remojo en cloruro de metileno se elimina de los granos cerca de un 98% de la cafeína. Este procedimiento químico es menos costoso que el procedimiento natural, el solo lavar los granos en agua y filtrarlos en una tela, y por eso mismo es el más utilizado. La cafeína no se elimina 100% pero  el resultado es un café menos sabroso.
  • Dendelio: este sustituto se elabora a partir de raíces de taraxacón tostadas y también con algo de achicoria.
  • Bardana: es un brebaje elaborado con las raíces de esta planta y un poco de achicoria.
  • Yannoh: se hace con arroz, soja, cebada, trigo o hierbas silvestres. Es un polvo bastante parecido al café en color, sabor y aroma. No necesita azúcar.