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La alimentación del ser humana siempre ha sido variada. Nuestros antepasados comían lo que podían de la manera que podían. Los alimentos cocidos, conservados, pausterizados y demás no son cosas muy recientes. Hoy en día escuchamos la palabra microbio o bacteria y ponemos el grito en el cielo pues aspiramos a una sociedad impoluta y libre de bichos. Pero algunos de estos bichos, aunque no tengan hoy buena fama, son beneficiosos para nuestra salud.

Si bien en el último siglos los alimentos fermentados han desparecido de nuestras mesas cotidianas, hoy en día hay cierto revival. Los alimentos fermentados tienen muchas bacterias y el ser humano los ha comida casi desde siempre en todo el mundo.Leche fermentada, pan con levadura, vinos, coles, soja, yogures, la lista es larga. Si bien hoy seguimos comiendo algunos de estos alimentos no lo hacemos de la misma manera o con la misma frecuencia… y tal vez deberíamos.

  • Los alimentos fermentados tienen muchos beneficiosos para nuestro organismo:
  • contienen bacterias beneficiosas para el sistema digestivo que ayudan al balance ideal de bacterias en él. Los probióticos se han identificado además como ayudantes en el detenimiento o reversa de ciertas enfermedades.
  • ayudan a absorber mejor los nutrientes de los alimentos. Bacterias y enzimas digestivas son el mejor equipo para digerir bien y absorber los nutrientes.
  • son económicos para nuestro bolsillo. Muchos alimentos saludables son caros, pero no es el caso de los alimentos fermentados. Se hacen en casa y ahorras mucho dinero.
  • ayudan a preservar los alimentos ya que cualquier alimento fermentado dura mucho más que su versión común (pickles, salsas).
  • los distintos procesos de fermentación muchas veces mejoran el perfil de micronutrientes de los alimentos protagonistas.
  • algunos alimentos fermentados recomendables: tempeh, miso, sauerkraut, yogur, kefir, kombucha, kimchi