Aunque mis frutos secos favoritos son las almendras las nueces están segundas en la lista. Picadas en una ensalada, en un sabroso pesto, decorando pasteles o simplemente como salen de la cáscara, las adoro. Mi abuela hacia licores caseros y uno de ellos era el licor de nuez. ¿Te gusta la idea de hacer licores caseros cual monje medieval? El proceso es sencillo y te brinda la posibilidad de jugar a la alquimia gastronómica.

Ingredientes del licor de nuez

• 2 tazas de nueces sin pelar
• 1 botella de 750 ml de cognac (si es casero mejor)

Preparación del licor de nuez

Se trata más bien de una infusión así que no se utiliza alcohol común sino un cognac ya elaborado. Si tienes tu propia receta mucho mejor y sino compras uno de buena calidad. Las nueces deben tener piel ya que esa piel contiene muchísimo sabor.

Doras las nueces en el horno a temperatura fuerte por unos cinco o diez minutos hasta que la piel se vuelve oscura. Las pasas después a una jarra y agregas los 750 ml de cognac directo sobre las nueces todavía calientes. Cubres la jarra o tapas la botella, lo que hayas elegido, y la dejas descansar durante al menos 36 horas. Agitas cada 12 horas un poco para que se mezcle bien.

Finalmente debes colar el licor: primero por un colador de alambre y después por un colador de café directo a la botella donde vas a almacenarlo. Y listo, tienes tu licor o cognac de nueces. Si te queda muy fuerte puedes rebajarlo con un poco de agua mineral, no demasiada para que no te queda aguado. El sabor mejora con el tiempo de estacionamiento.