El hierro es muy importante en nuestra dieta diaria. Muchas mujeres se vuelven anémicas cuando están embarazadas o menstrúan y mucha gente sufre de anemia crónica. Hay suplementos de hierro en el mercado pero si no queremos tomar cápsulas podemos comer y saber cuando es que se absorbe mejor el hierro.

Lo cierto es que la alimentación y nuestro cuerpo se relacionan como en un laboratorio de química. Es decir, hay fórmulas exitosas y otras no tanto así que no se trata sólo de comer sino de saber combinar lo que comemos.  El hierro es un importante mineral ya que interviene en la formación de hemoglobina, transporta el oxígeno por el cuerpo y ayuda también en la formación de los huesos y las proteínas de los músculos. Si no tenemos el suficiente hierro en el cuerpo lo notamos enseguida con cansancio físico y mental.

Hay muchos alimentos que tienen hierro pero no todos tienen cantidades significantes. Además, hay hierro hemo e hierro no hemo: el primero es el que se encuentra en los alimentos animales y el segundo en los alimentos vegetales. La única excepción es la yema del huevo que, aún siendo animal, tiene hierro no hemo.

Mientras nuestro cuerpo se las ingenia solo para absorber el hierro hemo de todo lo que deriva de los animales hay que darle una mano, una pequeña ayuda, para absorber el hierro no hemo. Entonces, aquí interviene la combinación de alimentos. La clave está en la Vitamina C. No sirve de mucho comer un kilo de lentejas sino ingerimos algo con vitamina C que ayude a aprovechar el hierro de esas legumbres. Así, o bebemos un vaso de zumo o comemos algún plato de verduras de hoja verde o alguna fruta en el postre.

Además de la vitamina C las proteínas también nos ayudan a absorber el hierro no hemo, así que si vamos a comer un plato de legumbres podemos incluir carne, morcilla, pescado, etcétera. Finalmente, así como hay combinaciones de alimentos que favorecen la absorción de hierro también hay otros que la disminuyen, en especial el no hemo: taninos, oxalatos y fitatos. Los primeros están el café, el té, algunas frutas o espinacas. Los segundos están en las verduras mas comunes, las espinacas también, la lechuga o la acelga. Los últimos están en la cáscara de los cereales.

Para tener en cuenta.