Mis padres a menudo recuerdan cuando no tenía frigorífico en casa y siempre me he preguntado cómo podían vivir sin los alimentos bien refrigerados. Pero se vivía y de hecho durante miles y miles de años de civilización humana los alimentos se han conservado sin la ayuda de la tecnología y la electricidad, aunque hoy nos cueste imaginarlo.
Los más “puristas” seguidores de la conservación sin frigorífico opinan que este “cacharro” doméstico le quita el sabor a los alimentos, es algo caro y daña el medio ambiente. El frigorífico se ha convertido en un depósito de comida en el que solemos olvidar todo tipo de alimentos y nos ha hecho olvidar también cómo tratarlos. ¿Será cierto? Yo no puedo vivir sin este electrodoméstico pero reconozco que a ciertos alimentos les hace bien mantenerse alejados del frío. He aquí algunas verdades al respecto:
- las frutas y algunas verduras se conservan mejor sin el ambiente seco y frío del frigorífico. Si las guardas allí el gas etileno que despiden cuando maduran se queda dentro y las pudre mucho más rápido.
- no sucede lo mismo con las patatas o las cebollas. El frío seco detiene la germinación y no nacen los brotes.
- los huevos puedes tenerlos fuera, en un bol de alambre o un armario con rejilla, pero no más de una o dos semanas.
y tú, ¿qué opinas?
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