En casa no puede faltar la mayonesa. Mi esposo acompaña con ella todas las comidas y aunque tiene una marca favorita a veces preparo mayonesa casera. Dura menos, es cierto, pero es más sabrosa y natural y siempre puedo aligerarla y hacer una versión de mayonesa light. Sin dudas la mayonesa es el aderezo más utilizado y uno de los más criticados por su contenido en grasa pero es precisamente la mayonesa industrial la que puede ser mas sana porque la tecnología ha logrado reducir la grasa y el colesterol que están presentes en la versión casera: de 30 gramos de colesterol a 3 o 4 gramos.

Pero no todo es negativo para nuestra crema amarilla pues al ser elaborada con aceite vegetal incluye grasas poliinsaturadas y vitamina E. Como ves, a pesar de su mala fama la mayonesa que ves en el supermercado, utilizada en una medida razonable, es un complemento que no tenemos porqué rechazar. La mayonesa casera es la variante artesanal y se puede hacer batiendo a mano o con batidora eléctrica, con y sin huevo.

  • Mayonesa casera con huevo: se colocan yemas en un bol, un poco de vinagre y sal y se empieza a batir. Cuando la mezcla obtiene algo de cuerpo se agrega en forma de hilo el aceite. Después se rectifica la sal y al frigorífico. Se puede saborizar con ajo picado y limón, por supuesto. Dura máximo 4 días. Bate con ganas que si la fuerza del batido no es suficiente los dos líquidos no se juntan.
  • Mayonesa casera sin huevo: puedes sustituir el huevo por leche. Yo uso una proporción de 1 de leche por 3 de aceite de girasol. Un poco de sal y unas gotitas de vinagre o limón y a batir con cuidado. Si no la habéis hecho nunca, no dudéis en hacerla, queda más suave y ligera y aguanta más en la nevera al no llevar huevo.