cocina-macrobiotica

Ya está claro que una cosa es ser vegetariano y otra muy distinta es ser macrobiótico, ¿no es cierto? Digo, la cocina macrobiótica me parece una práctica mucho mas dura de seguir pues supone muchas negaciones que la cultura en la que vivimos promociona todo el tiempo. Pero aquí se trata de tomar lo que puede servirnos y adaptarlo a nuestra vida cotidiana, tal vez no seamos lo suficientemente fuertes como para ser 100% macrobióticos pero bien podemos aquí y allá adoptar algunos de sus principios.

Por ejemplo, la depuración del cuerpo. ¿En ocasiones, ¿no os sentís demasiado pesados, repletos de dulces, hinchados y repletos de sabores? Después de una fiesta, un fin de semana comiendo, una salida con amigos o una semana con mucha comida chatarra, es lo mas común. Bueno, la dieta macrobiótica puede ayudarnos a eliminar el máximo de toxinas acumuladas mediante la ingesta de ciertos alimentos.

Para la macrobiótica la sobrecarga de toxinas es el origen de muchas enfermedades, por eso la idea es comer alimentos libres de químicos y con suficientes minerales, vitaminas y antioxidantes. Si queremos entonces limpiar nuestro cuerpo aquí va una lista de las cosas a las que debemos decirle que NO rotundamente:

NO a los dulces. Nada de caramelos, refrescos, zumos de frutas o galletas, chocolates, helados. Nada de azúcar, altera la glucosa en la sangre.

NO al alcohol.

NO al azúcar de frutas. Se convierte en grasa, retiene líquidos y afecta el hígado.

NO a la leche y sus derivados. Hay que sustituirla por verduras de hoja verde ya que tienen mas calcio y mas minerales.

NO a las carnes rojas y huevos. No hay que comer tantas proteínas ni ingresar tanto amoniaco en el sistema desintoxicante ya que lo enlentecen. Puede comerse en cambio, un poco de pescado o ave, siempre de granjas orgánicas.

NO a las solanáceas. Patatas, tomates, berenjenas, pimientos y demás. Sí a las cebollas, zanahorias, ajos, puerros, nabos y coliflores.

NO al café o té comercial. Nada de cafeína o teína, en verdad. Suplantarlos por cafés de cereales, de malta, por ejemplo, o té de hierbas.

Y finalmente, NO a los aceites refinados y sí al consumo de semillas oleaginosas.

No digo que toda la vida, ¿pero una semana de desintoxicación comiendo esto y ayunando medio día no liberará a nuestro cuerpo de toxinas? Yo creo que ayudaría bastante. Lo voy a pensar para después de Semana Santa.