El jengibre es un ingrediente que nos llega desde el otro lado del mundo pero que ya muchos de nosotros hemos probado y disfrutado. ¿Pero tienes jengibre en tu casa, siempre a mano? Tal vez no y deberías ya que este tubérculo es no solo sabroso por demás sino muy beneficioso para la salud. Es bueno para la congestión, las nauseas y como anti-inflamatorio también. He aquí algunas maneras de utilizarlo:

• Aceite de jengibre: te puedes dar un baño de inmersión realmente reparador rallando jengibre, cuatro cucharadas. Colocas el rallado dentro de una bolsa de algodón, la cierras muy bien y la dejas flotar en el agua de la bañera. ¡A relajarse!
• Dolor de garganta: aquí también se utiliza jengibre rallado o jengibre en polvo. Mezclas una cucharada en una taza de agua caliente y dejas diez minutos. Cuelas y agregas una cucharada de miel o una pizca de pimienta de Cayena, o ambas. Haces gárgaras durante media hora y verás como se alivia la garganta.
• Jengibre cristalizado o trozado pequeño: es la mejor opción cuando tiendes a sufrir mareos al viajar en coche o en avión. Una investigación universitaria ha encontrado que el jengibre funciona tan bien como el dramamine, el ingrediente que suelen tener los medicamentos contra las nauseas así que ayuda a prevenir y tratar este tipo de problemas.
• Té de jengibre: es la fórmula más sencilla. Se elabora agregando jengibre finamente picado en agua hervida. Dejas por dos o tres minutos, cuelas y verás lo bueno que es para el estómago, los dolores y la inflamación.