Me gusta mucho el sabor de la mandarina, en especial cuando se trata de esas mandarinas pequeñas, jugozas, dulces y sin pepitas o semillas. Es que el único problema de comer mandarinas es escupir todo el tiempo las pepitas, ¿no es cierto? Hay muchas recetas posibles con mandarinas o clementinas, así se llama esta variedad, desde helados hasta pasteles, pero hoy pienso presentar una receta distinta: gelatina de mandarina con un toque de alcohol. Sí, una gelatina para adultos con un toque de Prosecco, el clásico vino espumante italiano que tiene versiones locales en el resto de Europa y en América.

Ingredientes de la gelatina de mandarinas con espumante

  • 600 ml de zumo de clementinas/mandarinas (unas 14 frutas)
  • 7 láminas de gelatina sin sabor
  • 300ml de espumante
  • piel de mandarina

Preparación de la gelatina de mandarinas con espumante

Primero colocas las láminas de gelatina en un bowl con agua fría y los dejas unos minutos. Aparte colocas 100ml del zumo de mandarinas en un cazo pequeño y lo llevas al fuego suave. Cuando ves que la gelatina ya está suave y el zumo comienza a hervir retiras el zumo del calor y procurando que no haya nada de agua en las láminas de gelatina las dejas caer en el zumo caliente y revuelves hasta mezclar. No dejes ningún grumo de gelatina.

Después le agregas el zumo tibio con el zumo y el vino blanco espumante y lo llevas a una jarrita. Seleccionas 6 copas como las de la foto y vuelcas en ellas la gelatina de mandarina. Las colocas en una fuente y la tapas con un film. Reservas en el frío por unas 4 horas mínimo antes de servir. Las puedes decorar con piel de mandarina.

Las láminas de gelatina se consiguen en cualquier tienda especializada. La verdad es que es una forma más práctica se trabajar con gelatina y no calcular medidas todo el tiempo. El Prosecco lo puedes suplantar con cualquier vino blanco dulce o champaña extra brut.