Mermelada de cebollas

Me encanta la cebolla. Odio picarla, es cierto, lloro diez minutos seguidos y todavía no consigo evitarlo, pero me encanta el olor y el sabor de la cebolla. En todas sus formas, cruda, salteada y caramelizada.

La cebolla caramelizada es fácil de hacer y le da un toque gourmet a cualquier comida: carne al horno, pastas, un sándwich. Hay muchas recetas para hacer con cebolla caramelizada pero la receta madre para mí es la de la mermelada de cebolla caramelizada. La guardas en el refrigerador y la tienes siempre lista.

Ingredientes de la mermelada de cebollas

  • 5 cebollas blancas
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 2 cucharaditas de sal
  • 1 botella de vino blanco
  • 1 cucharadita de tomillo (opcional)

Preparación de la mermelada de cebollas

Primero pelas las cebollas y las cortas en rodajas finas, pluma. Las colocas en un cazo con doble fondo sobre fuego bajo y agregas la mantequilla, el aceite de oliva y la sal. Revuelves de vez en cuando hasta que el aceite se mezcle con la mantequilla.

Después esparces las cebollas sobre el fondo del cazo y esperas. Cada 10 o 15 minutos las revuelves. Cuando empiecen a estar marrones y a pegarse al fondo agregas un cuarto de taza de vino y dejas que desglase. Cuando el vino se evapore y las cebollas vuelvan a ponerse marrones agregas otro cuarto de taza de vino y haces lo mismo.

Continúas la cocción agregando vino hasta que terminas la botella. Esto debería terminarse en dos horas, poco más, poco menos. Las cebollas deben quedar marrones y pegagozas. El punto justo de la mermelada es cuando untas un pan y las cebollas se separan y rompen. Entonces está lista. Las cebollas no deben quedar sólidas, así que si es el caso debes seguir con el vino hasta que se cocinen bien. Y si te quedas sin vino, pues con agua.

Si hace falta sazonas con más sal y aquí, si quieres, le agregas el tomillo picado. La guardas en un frasco en el refrigerador y se puede usar hasta una semana.