¿Qué haríamos en la cocina sin el huevo? ¡Qué maravilla de la Naturaleza y cuanta presencia tiene en todas nuestras recetas! Hace unos días que no tengo huevos en el refrigerador y prácticamente no puedo hacer nada: tortilla, pastas, bizcochos, ensaladas, masas y un larguísimo ectécetera.

Hay muchas formas de cocinar el huevo y aunque muchos morimos por el huevo frito la opción más sana con un sabor similar es el huevo escalfado. ¿Te resulta difícil? Entonces apunta estos consejos para hacer huevo escalfado. ¡Te saldrá delicioso!

• Agua: la temperatura del agua debe ser la correcta para que el huevo escalfado sea perfecto. Si está muy fría las claras no se cocinan rápido y se escapa la yema, así que la mejor técnica es llevar el agua a hervor y después bajar el fuego. El instante en que el agua baja a un hervido suave es el momento para arrojar el huevo.
• Sal y vinagre: el agua debe tener sal, a gusto, pero también debe tener vinagre blanco pues este ingrediente mágico ayuda a que el huevo se sostenga y que las claras no se desparramen mucho.
• Huevos: el protagonista de la historia no puede ser menos importante. Cuanto más fresco el huevo es mejor y conviene cascarlos aparte y no sobre el cazo de agua.
• Remolino: hacer un remolino es la técnica de los huevos escalfados y para eso sólo debes ser cuidadoso. En una mano sostienes la taza con el huevo y en la otra tienes una cuchara con la que haces el remolino. Cuando éste tiene consistencia arrojas el o los huevos.

El huevo escalfado requiere alrededor de dos minutos de cocción, pero si quieres una yema más firme dejalo cuatro minutos. Lo retiras con una espumadera y lo apoyas en una servilleta que absorva el agua. Si necesitas recalentarlo entonces puedes llevarlo al agua caliente de nuevo por 30 segundos.