Me gustan mucho los limones y acabo de descubrir una variedad nueva: los limones Meyer. Se llaman así por un agricultor estadounidense que llevo la fruta desde China a su país a comienzos del siglo XX. Leyendo un poco me enteré de que fue prohibido para evitar la propagación de un virus de frutales y que en los años ’70 se permitió una variedad nueva que dio origen a estos frutos tan sabrosos: los limones Meyer son una mezcla de limón y mandarina, de piel delgada, poca acidez y color anaranjado.

Son una buena opción porque tienen todo lo bueno del limón (vitamina C, antioxidantes), pero con mucha menos acidez. Son ideales para condimentar ensaladas, hacer pasteles o limonadas ya que en este último caso requieres menos azúcar para endulzar la bebida. Puedes usar los limones Meyer en todas las preparaciones usuales que llevan limón y si te gustan las conservas aquí te dejo una receta de conserva de limón muy buena, de origen marroquí, que dura hasta seis meses en el refrigerador:

Ingredientes de la conserva de limón

• 8 o 10 limones Meyer
• 1/2 taza de sal gruesa/gorda
• un frasco de vidrio esterilizado

Preparación de la conserva de limón

Primero colocas 1/4 de pizca de sal en el fondo del frasco de vidrio que vayas a utilizar. Limpias los limones y cortas la base de cada uno de ellos. Después los cortas en cuartos sin cortarlos del todo, manteniendo las partes unidas a la base entera de la fruta. Colocas sal en todos los gajos y después colocas los limones dentro del frasco, apretándolos para que saquen su zumo. Si ves que hay poco zumo puedes agregar zumo de limón extra.

Agregas la sal que resta y algunas especias: canela, clavos de olor, cardamomo, pimienta, cierras el frasco , lo agitas un poco y después lo dejas a temperatura ambiente por un par de días. De vez en cuando debes darle unas vueltas, sacudirlo un poco. El limón tardará unas tres semanas en volverse tierno y como dije antes, esta conserva aguanta  hasta seis meses con frío.