Las patatas nuevas o papines, como también las he escuchado nombrar, son patatas jóvenes con piel delgada y un poco más dulces que las patatas comunes ya que su azúcar no se ha convertido todavía en almidón. Yo las lavo y las cocino con piel y todo, almacenándolas siempre en un sitio ventilado, fresco y oscuro para que duren varios días. Estas patatas son uno de los ingredientes principales de esta tarta salada que tiene una pinta estupenda.

Ingredientes de la tarta de repollo y patatas

• 450 gramos de patatas nuevas
• 1 cebolla morada
• 450 gramos de repollo
• 1 diente de ajo
• 4 huevos
• 1 cucharada de leche
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• 1 cucharada de semillas de comino
• masa de tarta

Preparación de la tarta de repollo y patatas

Primero enciendes y calientas el horno. Coges una sartén y calientas un poco de aceite para cocinar las patatas previamente cortadas junto con la cebolla picada. Cocinas, sazonas y reservas. En la misma sartén agregas medio repollo picado, el ajo machacado, las semillas de comino, sal y pimienta y una cucharada de agua. Cocinas entre tres y cuatro minutos hasta que el repollo se ablande. Retiras de la sartén y repites con el resto de los ingredientes.

Colocas masa sobre un molde, humedeces el borde con agua y colocas la mezcla de patatas y cebollas en el fondo y en la parte superior la mezcla de repollo. Haces cuatro huecos y en cada uno cascas un huevo. Después tapas con el resto de la masa, haciendo un pie, ajustas los bordes, sellas y pintas con la leche para dorar. Recuerda hacer un pinchazo en el medio para que se libere el vapor de la cocción y listo, lleva al horno por media hora que quede bien dorada.