Cualquiera te puede decir que la sal es mala para ti pero eso no es cierto, la sal es buena y el organismo la necesita. Lo que hace mal es el exceso de sal ( de sodio, mejor dicho), uno de los grandes problemas de nuestra dieta. La sal está en todas partes pues no solo la utilizamos para cocinar sino que viene incluida en alimentos industriales. Por eso cuesta todavía más regular su consumo. Se requiere un esfuerzo así que, ¿estás dispuesto a realizarlo? Solo tienes que consumir menos sodio para evitar problemas de presión, de corazón, osteoporosis y hasta problemas en los riñones.

Parece que solo el 25 % de la ingestión diaria de sal proviene del salero y el resto lo trae la comida envasada ya que la sal sirve para realzar sabores y conservarla fresca. Por eso, aquí te dejo algunos consejos para consumir menos sal:

  • Prueba con la pimienta de limón que saboriza muy bien carnes y vegetales.
  • Mezcla la comida con sal con la versión sin sal de la misma. Por ejemplo, mezcla manís con sal y sin sal para ir acostumbrándote a los sabores.
  • Si comes patatas fritas envasadas opta por las clásicas y no por las saborizadas porque contienen más sal y sodio.
  • Prueba con la sal kosher que tiene granos mas gruesos. Así, una cucharadita de sal kosher tiene casi la mitad de sodio de una común y además no tiene aditivos.
  • No uses salero sino un pequeño bowl para tomar la sal con los dedos.
  • Lee las etiquetas buscando el sodio allí donde no hay sal: bicarbonato de sodio, polvo de hornear, citrato de sodio, monosodio y demás.

En otro momento hablamos de los sustitutos de la sal así que es hora de ponerse las pilas para llevar una alimentación más sana.