Hace unos meses compré por primera vez una botella de salsa inglesa y lo cierto es que me encanta; si tengo que elegir entre ella y la salsa de soja, otra de mis favoritas, la elección se pone muy difícil. Su nombre original es salsa Worcestershire y se elabora a base de melaza, jarabe de maíz, agua, vinagre, pimentón, salsa de soja, anchoas, cebollas, tamarindo, ajo y clavo de olor. Juro que no tenía idea de que la componían tantos ingredientes. Se utiliza mucho en la cocina inglesa como reforzador de sabor y en muchos platos, tanto cocidos como crudos. Es el producto del choque de dos culturas, la india y la inglesa.

La salsa inglesa sirve para condimentar carne cruda, por ejemplo, o para marinar. En realidad, más allá de sus usos mas tradicionales la puedes utilizar para lo que te plazca. Es cuestión de ir probando los sabores que otorga en los distintos platos. Personalmente la utilizo como si se tratara de salsa de soja, condimento la carne de vaca al horno, el arroz integral salteado con verdura o los filetes de carne con los que preparo algún sándwich. Queda algo más dulce y sabor más suave, no tan salado. De echo, la manera mas común de utilizarla es poner algunas gotas cuando la carne está en la parrilla. Se consigue en cualquier tienda o supermercado pero si quieres hacer una versión casera te dejo la receta:

. 1 huevo

· 6 cucharadas de vinagre

. 1 cucharada de azúcar

. 1 cucharada de mostaza

. 10 gramos de manteca

. sal/pimienta

. 6 cucharadas de leche

Colocas todos los ingredientes a baño María sin dejar de batir hasta que espese. Y listo.